Hay un mundo nada misterioso y fácilmente accesible en el cual los elefantes –llamados allí "elefantos"– no sólo relucen, sino que traslucen. Tal mundo reencontrado fue, largo ha,
la mítica comarca de OE. Pero sus habitantes migraron y hoy se los encuentra, dispersos, en varias paradas de Buenos Aires. Esta manada paquidérmica, por ejemplo, pacía en un reducto de Maravilla Crespo el 1º de Enero recién pasado. Contenta porque amenaza con entrar en explosión demográfica, como muchos de los hijos de
Luis Fernández, creador de
Objetos Encontrados. Pronto, como viene el deseo migratorio, es probable que una nueva tierra reúna a las hordas dispersas y cualquiera de nosotros pueda domesticar el suyo.
(Imagen,
Martín BA)
¡Elefantástico!