sábado, mayo 29, 2010

“The really cool thing about this idea is that nobody has done anything quite like this before.”
Dennis Hopper

(Vía http://www.weareall.analogue.ca/)

Además, era un fotógrafo con nervio y destreza.

(Imagen, Andy Warhol)

Made in Hooper

viernes, mayo 28, 2010

"Sr. Blojeans no aprobaría este post", pienso. "Claro, levantaría la vista de Au rebours de Huysman o de Under the shadow of two towers de Art Spiegelman, encarcando las cejas: '¿qué tiene que ver con el dibujo o con la plástica, R.?' Por suerte no está acá, sino que se ocupa de sus otros proyectos, aunque él también se iba del grafismo en sus tiempos, colgando videos de una ignota cantente francesa Loyzeau o de bandas elitistas exquisitas de la costa este yanqui, con temas dandies como Wraped by books o algo así. Poco que ver con la futura famosa Nina Becker, self made cantoura, que de fana de la Orquestra Imperial llegó a ser su cantante, trabajando de costurera en el intertanto, después de dejar un trabajo en publicidad de modo de aprender a cantar bien. Acaba de sacar dos discos solistas a falta de uno. Genial. Lula lo hizo (slogan). Quiero decir, si la economía brasileña estuviese como la española, ¿de dónde le iban a bancar a alguien dos discos a la vez...?

Nina x Nina = Nina 3



Stewie está enamorado de una compañerita del jardín de infantes. Comienza a decir como siente algo en su interior que lo llena y, a la vez, lo abruma. Su "tía" (maestra jardinera) surje de la nada, lo levanta, coloca sobre sus hombros y comienza a palpearle la espalda para que suelte los gases, en tanto él patalea. Furioso.

Stewie: ¡¡Estúpida, no tengo gases!! ¡¡Estoy enamorado!!

Maestra:....

Stewie: ¡¡Blurp!!....Bueno, tengo gases y estoy enamorado...

Ocurre en Padre de Familia, a la que suelo confundir, de nombre, con American Dad, también criatura de Seth MacFarlane. En una entrevista publicada hoy por El País, MacFarlane recuerda un concepto muy valioso:

EP3. ¿Hay alguna barrera en su humor?
S. M. La que impone el tiempo. Nos lleva nueve meses hacer un episodio de media hora, lo que impide la inmediatez. Y mejor así, porque comedia es tragedia más tiempo. En 2002 podías gastar bromas sobre el Titánic, pero no del 11-S. Ahora ya puedes bromear con el tema.
EP3. ¿Y las represalias?
S. M. Sorprendentemente, las peores quejas fueron cuando bromeamos con Terri Schiavo [la mujer en estado vegetativo irreversible que abrió un debate sobre la eutanasia en EE UU] o con Sarah Palin. ¡Si esos chistes se cuentan a millones!
EP3. ¿Alguno censurado?
SM. El de la última cena, cuando Jesús dice "esta es mi sangre" y todos vomitan desaforadamente. Para mí es puro vodevil, pero hubo que quitarlo.

Saleros de tiempo...¡Gratis hasta agotar stock!

miércoles, mayo 26, 2010

Con el Sr. Blojeans a veces hablamos de mapas (lo lindos que son) y de manos (lo difíciles de dibujar que son). Por eso, imposible no postear éste (arriba): sencillo, elegante y efectivo. ¿Artístico? Es obra de Christoph Niemann que tiene un blog de ilustración muy recomendable en el diario New York Times (el de los goblins o monstruitos hogareños es tierno). Tengo que decir que, si se comparan con los mapas-obras de arte de Saúl Steinberg, los de Niemann salen algo forzados. Es raro, no por el chiste, ya que lo hay en los de Steinberg. ¿por qué? No lo se. Quizá sea que la factura propia de un todo hecho en computadora le quite gracia. Hay otra opción: el equilibrio entre expresión e ingenio. En especial en la ilustración, ese equilibrio se parece al que ocurre entre trama e ironía en la literatura.

La imagen es ésta: muchas dosis de ingenio e ironía, son como mucha crema o mucha salsa sobre una torta o fideos, ponen a prueba la calidad de éstos. Y si no es es de la mejor, un sabor lo supera tanto al otro, que el plato desparece.




(Este–el de abajo– de México, antes de que EE.UU. le ganara la guerra y le quitase un 40% de su territorio, es un mapa publicitario de Absolut que ofendió a varios. Niemann nada que ver con él, pero, no se, llama la atención)


Mapas, ingenio e ironía
Fue simple. El Sr. Blojeans pasó a verme una tarde de la semana pasada y me dijo: "ahora que has terminado tú novela (si es que alguna vez se termina una novela ¿es la séptima reescritura, no?), me gustaría que te hagas cargo de Blojeans". Directo al hueso. Me explicó que tenía otros proyectos en marcha y que le gustaría lo siguiera posteando. La verdad, no lo esperaba. En ese tono de sarcasmo suyo que llevó a que alguna gente poco sutil lo haya bautizado como El Petete Diabólico, agregó que "ahora que terminó Lost, que el sistema financiero mundial va a ser puesto en vereda y que habrá que esperar un siglo más para las zonceras del tricentenario, algunos comentarios, chungas e informaciones sobre las artes y sus alrededores serán bienvenidos". Miré a nuestra común amiga, Flor Gutman, en espera de algún comentario, por el sí o por el no, pero ella aprovechaba el diálogo para avalanzarse sobre las auténticas magdalenas francesas (con jorobita) de L'Épi, que el Sr. Blojeans había traído a casa (imagen de arriba). Como es cierto que varias veces le acerqué a mi amigo alguna imagen o lo acompañé a alguna muestra, que luego terminó por acá, la verdad es que le tengo cariño a este blog. Entonces, decidí que no me quedaba otra que ser fiel a ese sentimiento y decirle que, "gracias, bueno, trataré de hacerlo lo mejor posible". Sr. Blojeans, como suele pasarle, me dio la mano y cambió de tema, pasando a comentar el último libro de su interés: "Proust y la neurociencia" de Jonah Lehrer (abajo) y a hablarme del umami, Escoffier y esas cosas que lo conmueven.

¿Cómo sigue la película? Habrá algunas variaciones y otras tantas constancias. No se cuáles, sólo que seguiré con el afecto societatis (expresión querida por el Sr. Blojeans) hacia la inventiva, creatividad y el pelarse los dedos haciendo arte. Veamos que sale.


Blojeans cambia.

jueves, mayo 06, 2010


"La obra de arte ha sido siempre fundamentalmente susceptible de reproducción. Lo que los hombres habían hecho, podía ser imitado por los hombres. Los alumnos han hecho copias como ejercicio artístico, los maestros las hacen para difundir las obras, y finalmente copian también terceros ansiosos de ganancias. Frente a todo ello, la reproducción técnica de la obra de arte es algo nuevo que se impone en la historia intermitentemente, a empellones muy distantes unos de otros, pero con intensidad creciente". El párrafo anterior es una de las tantas joyitas de un texto ya mitológico (en el sentido de masivamente citado, pero no tan masivamente leído): "El arte en la era de su reproductibilidad técnica" de Walter Benjamin.

Pues bien, Girl –la heroína de Cat and Girl– ha decidido dar un paso más en tal "intensidad creciente" y pasar de la reproductibilidad a la creatividad por medio técnicos. No anda perdida. Si una novela es una máquina de narrar y si hace tiempo que se crean máquinas que fabrican máquinas ¿por qué no crear una que "maquine" novelas? La verdad es que está algo atrasada: el mundo editorial es esa "fábrica". De todas formas, el dial para afinar el narrador (arriba) y el caño de desechos gramaticales (abajo) son innovaciones a imitar...

Resolvemos un "problemita" y todas las novelas serán chinas