sábado, octubre 17, 2009

La gráfica de las cubiertas de libros de la modernidad tienen una característica: Primero rompen con el pasado, luego envejecen y, de pronto, vuelven a ser jóvenes, muy (por momentos, mucho más que las contemporáneas). ¿Será porque la pasión, la convicción, se diría, con que estaban hechas les otorga un aura que las realizadas "a remo de chorizo", grueso en los tiempos presentes, no posee?

Ésta (arriba), correspondiente a la primera edición de La Invención de Morel de Adolfo Bioy Casares, es tan viva. Le sacaría la rosa de los vientos aquella (o la haría más módica). Gran trabajo de Norah Borges (hermana de Jorge Luis) a la que se deja demasiado de lado.

Si pestañeas, el (buen) futuro vuelve

1 Comentarios:

Blogger silvina cavallaro dijo...

Así es, que linda tapa y que poco se conocen las ilustraciones de Norah Borges, creo q en Gataflora leí hace poco tiempo una nota sobre ella.
Me encantó la invención de Morel.

8:25 a. m.  

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