lunes, enero 24, 2011


Sábado a la tarde, a un costado de la heladería

miércoles, enero 19, 2011


Por qué nos da miedo mostrar lo que dibujamos y por qué equivocarse mucho puede ser muy divertido (además de productivo)


"...Tus dibujos te hablarán cuando todas las formas estén en el lugar correcto. ¡Manos a la obra! Declara fuera de la ley la goma de borrar. Espontaneidad es la esencia de la expresión. (Reconoce que) No puedes dar todo de tí mismo todo el tiempo. Ten paciencia. Aprende a leer tús propios dibujos. Es necesario estar equivocado para llegar a estar en lo cierto".
Consejos de Marshall Glasier, profesor de dibujo de figura humana en la Young Art League de Nueva York (Vía Martín Kovensky).
Imágenes: David Shrigley


De la necesidad de (y de la imposibilidad de no) estar patas arriba

martes, enero 18, 2011

Hoy, embebidos en un verano austral panamericándonos en pleno, el lugar de la magia empeñosa está así (arriba), pero el 10, 11 y 12 de Febrero estará asá (abajo). Se viene el workshop de dibujo de Martín K. donde ¡¡todo lo que involucre, grafito, tinta, acuarela, aguada, collage matisseano y dripping polloquesco puede ocurrir!! (cera y/0 pastel no, está todo bastante mal con ellos,..., master dixit). Como es sana tradición se mezclarán cineastas que no volvieron a dibujar en su vida luego de los 9 años, con maestras de artes plásticas que odian a los niños, neurocirujanos gourmets, juveniles arqueólogos mexicanos muy padres, diseñadores/as, comiqueros entusiastas, lectoras del tarot en Nueva York y artistas en franco ascenso en la galaxia plástica local y quien esto escribe (ayudante multitarea del taller) todos dando pulseadas con la página en blanco y conversando con Martín que nos dice cosas como: "No me interesa la técnica como fuegos artificiales. Me interesa la técnica que no se ve". No es fácil, pero sale divertido, en especial porque más que un curso de dibujo es uno sobre cómo lidiar con la propia creatividad y deseo de hacer.

La inscripción es en La Papelera Palermo de Capital (Argentina)












Una profecía (buena) que se cumple (como las estaciones)


Vista y dibujada en un colectivo

domingo, enero 09, 2011

(Imagen, Ralsuy)

Se busca (para verano y posteriores)

sábado, enero 08, 2011

Cuando uno se cambia de casa encuentra cosas. Olvidadas, perdidas o –las que no entran en ninguna de las categorías precedentes– suspendidas en el limbo de los estantes, cajones, bolsas, sobres o cualquier continente que duerme su sueño hasta el siguiente cambio. Algunas de ellas son de un tipo muy especial: son las que solemos llamar "frases". Sin duda, señal de nuestra confianza empeñosa (el empeño es ilusión más poder) o en la belleza o en la comunicación entre las personas (las anotamos, en general, por ello). La de hoy pertenece a Martín Kovensky: "Hay una especie de novela policial en el arte. ¿De quén soy hijo? ¿De dónde vengo? Hay que averiguarlo".

Puesto a ello. Una primera señal en mi ADN: Bed 1955, Robert Rauschenberg.

Esa novela negra que contiene todos los colores (o no)

viernes, enero 07, 2011

No tendrán la delicadeza cromática de los cakes californianos (abajo) del buen Wayne Thibaud, pero la fotografía (arriba) que Robert Barros –amigo de siempre de este blog, gastrónomo de fuste y lengua gozosa– manda desde Santiago de Chile, muestra que entre el fastfood y el slowfood existe una tercera vía tan bizarra como tentadora: el pantagruelfood: calorías a rolete, pero provistas por medio de productos cárnicos y vegetales procesados a mano, que se pelean entre sí como titanes de lucha libre desbordando el ring del pan (sólo falta que algún innovador se atreva con cereales integrales de alta densidad y nace un universo alternativo). ¿Acaso lo porotos verdes del "Chacarero" (arriba a la izquierda) no semejan los tentáculos de un calamar vegetal apostando a que su exhuberancia le dará pelea al umami de las carnes amontonadas en slices geológicas que facilitan su mordedura y deglución?


Pantagruelfood