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Por un rato puro y duro, Blojeans "back to the basics" y repone su faz de dibujante, amante del dibujo y de esa versión extendida del dibujo que llamamos pintura. Será porque viene desensillando de la cabalgata del taller de
Martín Kovensky y porque allí ha aparecido
Peter Doig (más bien la ausencia de su nombre en el recuerdo de la maravillosa
White canoe, arriba) en una conversación. Dicho pronto y mal, Doig como el gran tapado de la figuración británica de los 90's, Doig como
Der Blaue Reiter + el trópico + el frío Canadá, Doig como un by pass sobre
Basquiat, Doig como doble agente: humano infiltrado undercover en el Reino Vegetal sumado a Doig como pintor clorofílico. Y así estamos ahora mirando el mundo repleto de forma y color de su
Canoa blanca, mientras escribimos esto y se escucha
I will possesses your heart de Death Cab for Cutie
The Architect's Home on the Ravine (1991)
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Grasshoper (1990).
Concrete cabin (1994)
Lapeyrouse wall
Y, lo último, una gran verdad: cómo suele ocurrir,
el diablo de la pintura los junta. A la derecha, Peter Doig considerando la propuesta de
Jonathan Messe de ennoblecer un retrato-graffitti que le ha hecho, con una peluca de juez británico (Messe es todo un caso en sí mismo)
Mr. Natural
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