sábado, noviembre 10, 2007

"Los tipos duros no bailan", tituló cierta vez. Le daba por agarrarse a coscachos con boxeadores profesionales. En sus mozos, se caía al litro muy mucho y, en uno de tales resfalones gozosos, acuchilló a la segunda de sus seis esposas. No fue a la cárcel sólo porque ella no hizo la denuncia penal. Trató de ser alcalde de Nueva York ("Voy a prohibir que entren los autos a la ciudad", anunció). No le simpatizaban las sensibilidades "maricastañuelas". Antifeminista de barricada, sólo congenió con la Iglesia Católica en su oposición a cualquier método anticonceptivo y en las ganas de tener un Evangelio hecho a medida (que se dió el gusto de redactar).
Visto así, un plomazo.
Pero, ay, los "peros", este mismo tipo le dijo al gobierno de su país (el más poderoso entonces del planeta) que eran nada más que una banda de delincuentes y participó activamente para detener una guerra. Voceó que fumaba marihuana en una época en que no daba mérito hacerlo. Fundó un medio, The Village Voice, que revolucionó el periodismo. Dió una vuela de tuerca a la apuesta de Truman Capote, al intoducir la técnica de la novela para dar cuenta de actos públicos, políticos y masivos. Y, claro, lo más importante: fue un escritor que fatigó cientos de páginas y corrió riesgos:

Sobre su primera novela, "Los desnudos y los muertos" comentó: “Part of me thought it was possibly the greatest book written since ‘War and Peace.’ On the other hand I also thought, ‘I don’t know anything about writing. I’m virtually an impostor.’ ”

Como tal (escritor/impostor/explorador) debió enfrentarse al demonio que tal oficio trae incluído y, en la última de sus obras, directamente le entregó la voz: "Mr. Mailer’s next novel, “The Castle in the Forest,” which came out a decade later, was about Hitler, but the narrator was a devil, a persona he admitted he found particularly congenial ("el diablo, una persona que el encontró particulamente simpática"). “It’s as close as a writer gets to unrequited joy,” he said. “We are devils when all is said and done.”

Así era Norman Mailer.

El plomazo admirable

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

que cosa tan interesante habrás escrito vos, como para criticar así a Norman!
en fin...así esta el mundo!
http://misoginiayliberacion.blogspot.com/

8:22 p. m.  
Blogger R101 dijo...

Los puntos de vista tienen eso tan suyo: su singularidad. Reconociéndolo, es interesante que el tuyo frente al "durísmo" de Mailer sea, creo entender,con el que se trata de un santo varón intocable. Releé el texto y verás que su 50% es alabanza admirativa sin cortapisas. Por su coraje y huevos, por un lado, y por su sensibilidad hacia y desde el oficio. Ahora, aunque no lo fuera, hay nostalgia en la evocación, suena curioso que para comentar que un escritor le daba de piñas a su mujer, uno deba ser mejor escritor que él. Es como si para manifestar desagrado por el entusiasmo macartista y patronal de Walt Disney, hubiese que haber fundado un estudio exitoso de animación de fama planetaria....

9:29 p. m.  

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