"...y la conciencia así nos acobarda a todos y el ímpetu inicial de la resolución se atenúa bajo el pálido velo del pensamiento, y las empresas de mayor aliento e importancia, con estas meditaciones, extravían su curso y el nombre de acción pierden"..No, no es Blojeans que -de cuando en vez- taciturno, reflexiona sobre "los males que tenemos", temiendo "volar hacia los que ignoramos": ¡¡Es Hamlet!! Que allí arriba lo vemos, con la calavera más famosa de la historia, azotado por las pasiones interiores.

"Cuando dos mundos chocan, cualquier cosa puede pasar"...No, no es Blojeans, intensamente activo, preparándose para alguna colisión cósmica (civilizatoria o sentimental): ¡¡Es Dr. Who!! El viajero del tiempo más envidiado desde la chiquitud, quien en su quinta encarnación usa el cuerpo de David Tennant, para evitar que las fuerzas de la destrucción, la pesadilla y el dolor hagan más daño del que ya hacen.

Y así, si bien Blojeans se ha quedado con las ganas de ser Hamlet y Dr. Who (aunque en la vida haya actuado, a veces, audaz e inteligentemente. Y, en otras, la duda y la parálisis lo hayan consumido), hay alguien en el mundo que ha podido ser ambos: Tennant. Quien luego de cuatro temporadas haciendo del viajero, acaba de dar la gran sorpresa en la Royal Shakespeare Company, en Londres, al encarnar uno de los Hamlets más poderosos y singulares de las últimas décadas según la prensa inglesa (arriba con Gertrudis, su madre en la obra). "He races about the stage with ease - all lanky limbs and boyish energy - switching seamlessly between sanity, feigned madness and humour", escribe BBC.

"...the current Doctor Who did not mess up a single phrase and he won our hearts", asegura New Statesman. Y las loas a Tennnant siguen.

Es un buen momento para recordar el Hamlet fílmico de Ethan Hawke. Adolescente nirvaniano en Nueva York, enfrentado a Polonio-Bill Murray. Y con esa escena magnífica de Ofelia-chica arty tirando polaroids al suelo en medio de una inaguración en el Guggenheim
ya irrevocablemente chapita. Y claro, las lágrimas, cuando Horacio se despide de su amigo muerto: ¡Ahora estalla un noble corazón! Good nights sweet Prince.

Pero bueno, la verdad es que Dr. Who y Hamlet tienen al menos una gran cosa en común: el humor. Aunque la gente no los recuerde y las versiones fílmicas los saquen de escena, hay bastantes chistes en la obra de Shakespeare y Dr. Who siempre encuentra un espacio para la agudeza en sus luchas contra los aliens. Y, claro, para codearse con lindas chicas como Charlize Theron y otras stars, que se prestan para apariciones especiales en la serie de TV. Con lo cual, más que Hamlet o Dr. Who, uno comienza a desear ser David Tennant.

Dato: el apellido verdadero de David es otro, pero se lo cambió por Tennant por diversas razones operativas y en homenaje a Neil Tennant, uno de los dos Pet Shop Boys.

Dr. Hamlet y Príncipe Who