Contextos aparte, a Henry James le habría encantado Sarah Maple. Como personaje. No como artista real. Victoriano adoptivo al fin, James amaba las ambiguedades y las capas sobre capas que son la señal de una persona realmente viva, pero odiaba la exposición pública, más allá del cotilleo en el estreno de alguna obra de teatro. En cambio Sarah, duchampiana desde el comienzo, disfruta dándole a las "verónicas" y tratando que ese toro de los mass mediático la haga lucirse, mientras ella lo deja en ridículo.
Lo logra (arriba) convertida en Frida Kahlo (¿cómo no sentir simpatía por ese bigote de crema de afeitar, bigote y destrucción del bigote? Probablemente también sarcasmo sobre las publicidades de modelos de jetillas con leche promoviendo tomar leche).
Lo logra (arriba) convertida en Frida Kahlo (¿cómo no sentir simpatía por ese bigote de crema de afeitar, bigote y destrucción del bigote? Probablemente también sarcasmo sobre las publicidades de modelos de jetillas con leche promoviendo tomar leche).
También acá. Donde, buena bisnieta de Marcelo del Campo, se las atreve con la Mona Lisa...moqueándola.
Y si de echar al piso íconos, su bola de bowling suma y sigue: el feminismo como actitud (arriba).
Los niños (y niñas), quizás no tan ricos, que tienen odio. Más los funcionarios públicos de homelands varios que no han leído al Dr. Johnson ("cuando digo la palabra carro, un carro no sale de mi bocas, sr.").
También el sueño de las chicas (y algunos masochicos) de tener "penis included". Y todas esa confusiones entre falo y pene, no tan elementales Dr. Freud.
Dicho todo lo anterior, ella, Sarah, pues sí: sabe pintar. E, incluso, clásico de clásicos occidentales, pinta cuadros dentro de cuadros. Con Morrisey y su remera en la cual se lee "The Smiths are dead"
Para un post futuro queda su obra en la cual un cuadro correctamente cuadro expresa el pensamiento secreto de todos los que sufrieron aprendiendo la reglas del arte clásico: "¿Dónde está mi fuckin' medalla?".
Si Sarah Connor era la condición de posibilidad de poner un pause en la pulsión de muerte civilizatoria-maquinal; pues bien, esta Sarah, dulzona, pegajosa como el sirope (o el arrope) de Maple, se toma en serio el curioso guiño que le hace el arte a todo artista: "Dale, Empezator".
She, The Empezator
She, The Empezator
2 Comentarios:
hola, vos sos ricardo mosso, periodista? si es así por ahi te interesa esto www.elmusinauta.com.ar
Salute! Angel
Desafortunada y afortunadamente
-dependiendo del ámbito de la comparación- no soy Ricardo. Rick en Panamá sí es Ricardo, pero Blojeans lo hago yo, un otro.
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