sábado, mayo 17, 2008

Liners pone el dedo en la galla: ¿deben ser el libre mercado publicitario y las (pocas) exposiciones callejeras los únicos y principales mecanismos mediante los cual definimos quién coloca cuáles imágenes en las calles?


Algunos (arriba, Palermo Guadalupe) creen que, agarra Aguirre, el que pestañea pierde y lo que no dan hay que tomárselo. Otros (abajo), mientras inmobiliarios y propietarios destruyen, crean.

De hecho ese rostro femenino sobre esa puerta maravillosa (apostaría que de 1880, que los dueños destruyen cada vez más con una fruición llamativa) es de un estilo único, si de graffitis porteños se trata.

Más gráfica es la alpaca-llama-auquénido-X (abajo) que otea hacia La Boutique del Libro, al otro lado de Thames.

Y directamente encanto y fuerza es lo que nos ofrece el corazón pura energía en uno de los portones de Juan B. Justo y Paraguay.

(Imágenes, Blojeans)
Y dejadme grafitear horas, días, años, edades ciegas, siglos estelaaaaares...

1 Comentarios:

Blogger Marianevy dijo...

que lindo caminando por la calle con tu camarita.

8:23 p. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal