lunes, noviembre 29, 2010

El hombre llegó al lugar y abrió el maletín modelo 1970. La mujer que lo acompañaba, alargó el cuello en espera de la reacción de quien veía por vez primera aquellas cosas en 40 años. ¡Para qué! Primero lo trataron de falsificador, luego de ladrón y, no mucho después, lo detuvieron. Sólo en consideración a sus más de 70 años, y a que Pierre Le Guennec es un electricista tranquilo y reconocido de Mouans-Sartoux, pueblito de los "Alpes Marítimos" franceses, lo liberaron. Codicia obliga, no sin antes allanarle la casa y sacar lo que restaba de las 271 obras de Pablo Picasso que, dice Le Guennec, el pintor (y su mujer) le regalaron tres años antes de morir.

Ellas incluyen dos libros de apuntes con 97 dibujos y sketches nunca vistos antes, 9 collages cubistas valuados en 40 millones de euros y una pintura del período azul, entre otras cosas. Son todas del período de 1900 a 1932 y se pensaba que se habían perdido en inundaciones y cambios de casa.

Sobre la presunta generosidad de su padre con los Le Guennec, Claude Picasso, dice que "para ser honestos, no tiene sentido: es verdad que él era bastante generoso, pero siempre databa, firmaba y dedicaba sus regalos. Era conciente de que algunos podrían venderlos para satisfacer sus necesidades". ¿Y qué argumenta Le Guennec? "Lo que tenga que pasar, pasará", asevera, tras negar que se haya robado ni una mancha de grafito.

La nota con la historia acá. Y algunas de las imágenes, aparte de las posteadas, aquí.



Los teníamos en casa y, a veces, en invierno sobre todo, los mirábamos largo rato. Y, cosa rara, siempre parecían distintos

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