La cuestión –me gusta insistir en ello– es más complicada que la simple oposición de la mano y la máquina. Los programas informáticos modernos pueden aprender de su experiencia de manera expansiva porque los algoritmos se vuelven a escribir a través de la retroalimentación de los datos. El problema, como dice Víctor Weisskopf, está en que se puede dejar a las máquinas hacer ese aprendizaje, mientras los humanos sirven como testigos pasivos y consumidores de la competencia creciente (de éstas), pero sin participar en ella.
Por esta razón Renzo Piano, diseñador de objetos muy complicados, vuelve, en un proceso circular, a dibujarlos a mano a grandes rasgos. Los abusos del CAD ilustran como, cuando la cabeza y la mano se separan, la que sufre es la cabeza". Richard Sennet en El artesano.
(Imágenes, Paul Klee Centrum en Suiza. Diseño de Renzo Piano)
La famosa cosa manumentale
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