sábado, enero 02, 2010

Empezamos mal enero: No te gustó una caricatura, entonces vas con un hacha y un cuchillo a la casa del caricaturista con la intención de rebanarlo en pedacitos delante de su nieto de cinco años. Le pasó hace una horas a Kurt Westergart, el dibujante holandés que ofendió a muchos creyentes islámicos al dibujar, hace un par de años, a Mahomma con un turbante que tenía la forma de una bomba con la mecha encendida.

Reconozcámoslo: no era una caricatura que destacara por su ingenio. Y, por otro lado, sus implicancias eran tan "justas" como hacer una caricatura de un Cristo con aires pedófilos rodeado de niños. O sea, Kurt se fue ese día por el chiste fácil. Dicho lo anterior, A) Dinamarca no es un país en que la religión oficial sea el islamismo, B) El diario en que se publicó la caricatura no circula en el mundo árabe, C) Nadie obligaba a un creyente a mirarla y D) Creer que la dignidad de un profeta se ve afectada por una burla de un no creyente, es creer que se puede tapar el sol con un dedo. Cosa de niños. Pero bueno, la historia del planeta está jalonada de las estupideces y crueldades que comete la gente seria y pura contra la gente descarriada e impura; de manera que un somalí, haciéndole un flaco favor a sus sufridos compatriotas, estigmatizados como piratas en estos tiempos, fue a acabar con el pecador y....

No iba a sacarle punta al lápiz, ...parece

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