¿Cuál es el equivalente al amor a primera vista cuando se escucha lo que pasará a ser instantáneamente amado? ¿amor al primer oido? (hmmm..., peligrosamente se parece mucho a "amor al primer odio" ). Olvidemos las etiquetas. Cena con postres de En el nombre del Postre. Noche larga de sábado. Blojeans no lo sospecha, pero uno de esos rizos afortunados de la vida lo llevarán otra vez a la alegría. Mejor justicia poética nunca: intervienen dos fans de Nicanor Parra y, de pronto, emerge un ritmo:

-¿Qué es esto?

-¿Esto? Ah, Phoenix.

Conejo blanco de atigradas rayas rojas, este bloguero nuevamente corre atrasado y adelantado a la vez. Lo primero, por el descubrimiento de un pequeño vox populi. Lo segundo, dado que Wolfgang Amadeus Phoenix, el tercer trabajo de la banda francesa, es novísimo y poco mejor que Lisztomanía para adentrarse en él.

Admiradores de Franz, les garcons se van al museo del compositor en Bayreuth ¡¡con un mini zeppelin promocional !! y le encargan el video de promoción a un director de apellido... Wagner. Mientras, el tema sale a hacer de las suyas por el mundo y un grupo de amigos en Brooklyn (New York) lleva a cabo (abajo) su versión del mashup, que otro hizo antes editando imágenes de Bratpack, peli de los 80' (más abajo). Blojeans, como todo entusiasta romántico a cléf, se asombra nuevamente de las maravillosas posibilidades del ser humano y con cualquiera de las versiones se pone a bailar.

¡Phoenixfilia máxima!