Hubo otros mundos. Y estaban en éste. Basta con recorrer el sitio http://lpcoverlover.com/ para encontrarse en una máquina del tiempo que utiliza las tapas de los discos como esos blancos para dardos y lanza nuestra atención hacia historias, personas, música y estéticas múltiples. También, por supuesto, al asombro: como en el caso del disco de Carmen McRae, cuyas vocas entonantes pudieron ser una obra del surrealismo. Si Dalí hubiera tenido la libertad de no imitarse a sí mismo podríamos adjudicarle el diseño.
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