Al mirar El pañuelo rojo, retrato de Camille Monet (1873), la viveza de la expresión de Camille es brutal en su contemporaneidad. Claude Monet, con la mano suelta y, a la vez, exácta, logra sintetizarla con un encanto al cual no rendirse es imposible. Y esto es ¡39 años antes de Soir Bleu de Hooper! ¡Y 20 años previos a las dos versiones de La voz de Munch!
Arriba, el rostro de Camille ampliado, de la copia que se encuentra en Internet. Abajo, con aplicación de definir bordes. Y, al final, el cuadro completo.
Arriba, el rostro de Camille ampliado, de la copia que se encuentra en Internet. Abajo, con aplicación de definir bordes. Y, al final, el cuadro completo.
2 Comentarios:
Pero que Camille ni que Camille...si es la mismisima Caperucita!
¡¡Jajajajaja!! Buenísimo...
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