"El Chapa" tiene 42 años. Desde los 11 que vive en la calle. En Santiago de Chile. Tiene varios terremotos en el cuerpo. El de la madrugada de el sábado tal vez el de mayor magnitud, pero acá lo vemos posando para
Andrea Orozco, la mañana del domingo en la Plaza de Armas de la ciudad.
A la noche, algunos –entre réplica y réplica– se pusieron a jugar pin-pón.
En tanto otros dormían frente al palacio de fat food y le comentaban que el sismo los había encontrado durmiendo en una estación del metro (subte). "Fue juerte". Tan juerte como la desigualdad grave que hay en el país, la cual el desastre ha revelado con otra cara.
Aquel otro terremoto, el silente
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