¿Quién es este dios pagano que nos mira? Sí, posee algo humano, pero quizá no lo suficiente. De regreso de largo periplo allende los mares, Martín López boceta, busca, persigue, aquella elusiva porción de un oso que lo convierte en tal. Antaño rey de los animales (sólo vencido por un rinoceronte en los juegos romanos), hoy peluche (Teddy bear); este "primo" que nos quitaba las cuevas, los peces de río y las bayas; este gigante –en alguna variedad de más de tres metros de altura– que nos aterrorizaba y asesinaba, sólo mantiene parte de la dignidad que emanó de su magnificencia terribilis en los chistes nada zonsos de Gary Larson y en dibujos como éstos.

Alicia, tú, yo y ellos a través del espejo de la osomirada