Lo que sí se es que ésta, como las otras dos banderas que aparecen en la pintura Hôtel des Roches Noires, Trouville, de Claude Monet, me gustaron instántaneamente apenas la vi.
La bandera con pedazos de cielo infiltrado entre los flecos rojos y blanco, me transmite ese haz de tiempo concentrado que es la presencia. Trouville-sur-Mer, costa francesa. Puedo sentirlo al revivir el viento de mis playas. O, incluso, la experiencia del aire salino cuando aquello era intenso y nuevo.
Si pienso que la pintó en 1870, en un cuadro "descriptivo" de un balneario, me asombra su coraje. Igual que el necesario para plasmar a estas tres mujeres cuasi alucinatorias de la misma obra, dignas de un impensable David Lynch retorcido en serenidad.
El Trouville de Francia que inspiró el bello, y ahora desaparecido, Trouville sudamericano que sigo disfrutando en mi memoria de lo feliz.
Solo dí Trouville
...en la secuencia final de "El valle de Eliah", un ex hombre de negro, cuelga, boca abajo,una raida bandera de los EEUU, rescatada del frente...
ResponderBorrarEl emblema en esta posición simboliza
auxilio...necesidad de socorro...
...y si lo necesitan...