Todo lo sólido se desvanece en el aire, escribió el barbudo que se equivocó en muchas cosas, pero no en ésta: dejado a su arbitrio el vendaval de capitalismo es tan poderoso que puede abatirse a sí mismo. Y su hija dilecta, el mercado de acciones, es una especie de Paris Hilton al cubo, ni buena ni mala, simplemente incorregible. Mientras se acercan -hacia el sur del mundo-las ondas de choque de la cumbia stockmarketera, Blojeans homenajea a ese gigante del humorismo político yanqui, Pat Oliphant. Hace unas semanas, tras los primeros quiebres, publicó el chiste de arriba en el NYT. Allí vemos a ese señor scroogiano (Ben Bernanke, el chairman de la Reserva Federal) declarando que los mercados "se han recuperado notoriamente después de dos días de rehabilitación, por lo cual puedo decir que están completamente curados"). ¿Ustedes lo creen?
Sin embargo el Ben real (que según como salgan sus jugadas en los próximos dos meses será recordado como "Big Ben" o sólo como "Old Poor Ben") -en esta foto casi un superior de esos monasterios monetarios que son los bancos centrales- sabe muy bien que la moneda está girando en el aire y que a estas alturas no es posible decir si queda algo más que hacer para evitar la peor recesión post 1929. Bueno, sí queda algo más que hacer: actuar para moderar las próximas recesiones (Oh, que terrible para el pobre Twetty-cerebro-de-codicia de la libertad de movimiento de capitales): Sí, controles. Tasa Tobin. Nuevos sistemas de certificación de riesgo. Para que la "destrucción creadora" sea más creadora que destrucción, San John Maynard que estás en el cielo mordiéndote los labios mientras miras para abajo...
Blojeans contra la destrucción (al pedo)
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