La siempre aguda y tierna Dorothy nos enfrenta, en su última tira con una verdad abrumadora: la era de los tragos con nombres llenos de resonancias geográficas y aventureras, "Tequila sunrise" o "Manhattan", terminó. Su pequeño vampiro amigo lamenta que se prefiera "Sex on the beach" o "Slippery nipple" a los bautizos literarios (¿Bloody Transilvania?)

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Un Arne Saknussemm con poco vodka y mucha pulpa de frutilla tibia, por favor...