"No hay error en realidad: hay intento. El error está bien", dice Martín, enseñándonos a domar ese animal de dos caras que vive en nuestro interior: el juicio crítico. Florencia, que busca cambiar de vida, escucha atenta. En el primer plano, la hija de Carolina pareciera que dormita. Nada más erróneo. Con un entusiasmo infernal se aplica sobre un dibujo.
Elogio del error y todos sus alrededores
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