miércoles, septiembre 12, 2007

"In grey days, true men use handfull's colors". O, quizás, debería decir "se compran cajas de lápices de colores". Siempre me gustó el título del tema de los Red Hot Chili Peppers, "True men don't kill coyotes". Recuerdo una fotografía del grupo, en blanco y negro, en una página grande, probablemente de una Rolling Stone yanqui (vista en casa de Samy Silva) la cual -quizás lo imaginé- era parte de una campaña a favor de que no los maten a perdigonazos, así "de onda". Entusiasmo de adolescente tardío, me pareció que el afiche planteaba un proyecto de vida masculino de rasgos withmanianos: No seas un pelotudo. Y hablando de "días-coyote", también estoy viendo las imágenes del happening de Joseph Beuys, quien viajó de Alemania a Nueva York, sin haber estado nunca en EE.UU., para encerrarse con un coyote en una galería de arte. Aunque él, Beuys, no haya querido decir nada, excepto curar u honrar las sanaciones, se me ocurre que una de las tareas del artista es estar con los coyotes, lobos, osos, tigres, gatos que viven dentro y entre nosotros (resulta inquietante, pero eventualmente útil, la idea de que dos o más personas puedan dar origen a un animal pasional -invisible a sus ojos- que viva gracias a, pero entre, ellos: seríamos así parte de lo que nos muerde). Arte. Hacerles un lugar: construir una casa con puertas batientes hacia lo salvaje. Escuchar qué nos están diciendo. Qué nos estamos haciendo.

Nuestros invisibles

2 comentarios:

  1. Anónimo6:24 p. m.

    otra cosa que me alegra y presta indicio de que tu "animal" habita tu casa, es ver que tu escritorio sigue tan desordenado como siempre.

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