Sentado en el piso. Estantería, sección cuentos. Yenny. SyP, célebre bloguera en semana/mes/año/vida sabática, va y viene hacia la computadora con pilas y pilas de volúmenes, para descubrir -una y otra vez- que la era de los libros baratos post devaluación ha cesado y se impone volver a fatigar las mesas de saldos de Avda Corrientes. De pronto, joven muchacha pasa con vendedor cerca y SyP capta el siguiente diálogo:
Chica: ...es que tengo un novio extranjero y no se si regalarle un libro de Bioy o uno de Borges...
Vendedor: Si es extranjero, mejor de Bioy: usa palabras más conocidas.
Pero hay una tercera opción (lo que confirma que los dilemas de hierro "o A o Z" no son más que un recurso narrativo para simplificarnos...o amargarnos la vida): Los cuentos de Bustos Domecq, escritos a cuatro manos por B y B. Y que, cual Golem de la comicidad porteña, llegó a firmar autógrafos y dedicatorias como la que está más arriba.
Los libros no muerden, las palabras sí (bue...la mayoría de la veces se quedan en el ladrido y es señal que discrepamos, Sancho)
je
ResponderBorrarbuena ilustración para el post.