La National Gallery de Londres decidió, literalmente, tirar el museo por a ventana: sacó sus cuadros a las calles y ver qué onda. Bueno, nunca tanto. Como siempre que hay mucha plata de por medio las obras posta-posta no. Pusieron en cambio una reproducciones lo suficientemente caras para que igual, en algunos casos, hubiera que destacar guardias cerca para evitar que tentados como este blojeansnero salieran corriendo con alguna de ellas bajo el brazo.
Arriba tenemos Después del baño de Edgar Degás. Y acá abajito:
Me imagino que algún exégeta de Walter Benjamin podría decir algo original sobre este tema de la clonación de las grandes obras y su aura (más la imagen publicitaria y la mirada monetizada sobre los clásicos de la pintura), pero Blojeans -que escucha Roy Walker y (I believe in) Travellin' light de Belle & Sebastian en este momento- tiene las ideas y la capacidad de procesamiento en otra parte.
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