"Sospechar de la claridad y valorar lo que atrapa nuestra atención. Encontrar lo verosímil siempre ligeramente absurdo. Y sentir respeto y veneración por las pasiones: Esto es, más o menos, lo que Freud quiso enseñarle a Wortis. Y también es, por supuesto, la descripción del niño, para quien la indiferencia nunca es una opción..., porque los niños son, como siempre dicen los padres, imposibles. Quieren más de lo que pueden tener. Y, al menos al principio, no se averguenzan de quererlo". Adam Phillips ("La bestia en la guardería").
David Hockney cumple 7o años en breve. Probablemente el pintor anglosajon más dulce del siglo más terrible (el XX), lo celebra con un mural de 50 metros. Blojeans le roba un fragmento de sus "photocollages", admirado -como es costumbre- de su inteligencia, entusiasmo por el trabajo y sensualidad.
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