Ocurrió entonces que una parte mía estaba enojada con aquel jinete increíble. Y si él había sido un vaquero ¿qué podría haber que se le opusiera? ¡¡Indians!! No en vano su primer caballo se lo había regalado un cacique y él mismo decía que -a despecho de ciertas pretensiones de abolengo de algunos parientes- todos éramos indios (¡y yo tenía "la marca del indio" en mi cuerpo, como toda la familia!). Además, a mi amigo el "Veco" Corrales, su padre le había traído de regalo de EE.UU. un tipi (tienda india de las planicies yanquis) de cuero, en el cual entrábamos varios niños con nuestras "tocas" de plumas. Era Little Big Man. Y aún hoy escucho los tambores lejanos.
(Imagen de arriba: Nayenezogani-Yeibichai, guerrero navajo, 1904. Fotografía del mitológico Edward S. Curtis, cuyo libro The North American Indian es el trabajo de una vida. La gran ironía es que lo financió JP Morgan, uno de los barones ladrones, fundador del banco del mismo nombre, que tiene a su haber "detallitos" como la creación de países como Panamá).
Edward S. Curtis on film:
ResponderBorrarwww.curtisdvd.com
Buenísimo. Gracias. De las fotos, tengo la edición Taschen de "The Nort American Indian".
ResponderBorrar