viernes, abril 20, 2007

Comida China

El agua -un riachuelo con pretensiones de matón hídrico que quiere llevarse el mundo por delante- entraba por las puertas del Café Los Galgos que dan Lavalle y salía por las de Callao. Nosotros: Rafael Bini, otro músico y el futuro blojeansnero estábamos de pie, arriba de nuestras respectivas sillas (¿o de la mesa?), entre alegres, perplejos y aprensivos. El resto de los clientes del café también habían reinventado Venecia en un par de minutos. Ocurrió en otra vida que le ha heredado a ésta mí amor por Buenos Aires. Comida China no existe más, pero su líder, Bini, decidió reeditar hace un tiempo su único disco, "Laberinto de pasiones", donde ponen lo suyo en teclados, coros y chiches varios, talentos terribles como María Rosa Yorio y Andrés Calamaro, y otros notables como Miguel Zavaleta, Hilda Lizarazu y Claudia Puyó. Hoy lo compré. Hace un mes pasé por "Los Galgos" y fue bueno descubrir que la mesa seguía ahí. Y, quizás me lo invento, también el parroquiano de estricto traje, diario y cortado que nos acompañó en la desgracia parándose solo sobre su mesa.

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