lunes, marzo 12, 2007
Spam santo
El humor gráfico sobre "Dios" (o sobre los "dioses", monoteístas celosos o politeístas complacientes) es un mundo en sí mismo. Algunas manera de reirse de la perfección tocan un tema de larga data en la teología: la idea de un "dios ocioso", que se retiró del mundo luego de crearlo o, en el judaísmo, de "un dios impotente" que sufre (o se espanta, podría imaginarse) ante nuestra capacidad de provocar dolor. El humor parece estar en que de ese dios "del que nada puede decirse", como argumentaba el místico medieval Meister Eckhardt, si resulta que
comparte con sus criaturas la -cierta- limitación la risa permite aliviar algo la angustia de su inexistencia o... de su existencia (la idea de una majestad terrible a la cual no puede más que mirarse de reojo ha sido abundamentemente usada por reyes y tiranos de todo tipo). ¿Será que necesitamos un Dios omnipotente sólo para no abandonar la ilusión de que en alguna parte del universo existe la omnipotencia que imaginamos de nuestros padres como asevera Freud? Trabajo para teólogos ateos o no. Mientras, en la línea de un dios que está en su mundo o "en cualquiera", el chileno -devoto como este blojeansnero del gran Gary Larson- Alberto Montt (en la viñeta de arriba) hace un "refresh" tecnológico del tema de la oración. Más humor suyo en http://albertomontt.blogspot.com/
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