Los artistas que hacen cosas con máquinas me simpatizan enormedemente (aunque no me inviten a sus inauguraciones, como uno que conozco). Por una parte, porque jugar con máquinas, con máquinas inútiles, siendo ya grande, es un privilegio envidiable (quienes tienen autos y armas son tambien grandes y también juegan con máquinas, a veces de forma cruel, pero se justifican diciendo que sus juguetes son útiles, por lo tanto, ellos serían serios) . Pero -de otra manera- porque siento que ese tipo de artistas puja por aquello a lo que Ulrich Beck llamaba en uno de sus ensayos: la necesidad de una técnica inútil. ¿Qué sería de nuestra cultura si una parte de su energía faústico-prometéica la usáramos menos para probar quién la tiene más grande (la productividad y ganancias, digo), arrasando planeta y medio, que para expandir otras cosas? Tim Hawkinson, 46, que hace murciélagos con bolsa de basura negras y servo rostros motorizados como el de la foto, va por esas rutas y sabe que se ha convertido en "this kind of scary artist in the backyard".
Más data sobre los trabajos que le encargó el Getty Museum en http://www.nytimes.com/2007/03/05/arts/design/05hawk.html?_r=2&ref=design&oref=slogin&oref=slogin
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