
-insolencia bloguera mediante- viene bien torcerle la naricita un poco, para mostrar las manos de Robles dando vida al cineasta chileno-francés Raúl Ruín, que recibe una llamada de su esposa (Valeria Azar) en la ciudad que más rápido crece en el mundo: Chonqing. No se arrebaten, hay método en esta locura.
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