viernes, enero 19, 2007
Al mal tiempo...¡¡firmen el protocolo de Kyoto, imbéciles!!
Un huracán azota -como decían las tías viejas- las europas. Ocurre justo después de la navidad boreal menos blanca y calenturienta de la historia reciente. Un podría pensar que si Napoleón se ponía a esperar que el calentamiento global hubiera hecho su trabajo y habría cantado su gallo en Moscú mucho más tiempo. Desafortunadamente los ingleses sólo usaban carbón en aquellos días. El petróleo todavía era el sueño fluido de los dinosaurios. Pero ellos, junto a la EE.UU., China. e India ya se han puesto al día. Aunque con otro sentido, este chiste de Adam Pekalski, quizás retrate el futuro que se nos viene: un jefe de Estado de visita en Rusia, EE.UU. o Alemania, dejando su ofrenda floral a los pies del monumento al "Muñeco de Nieve Desconocido"...o derretido.
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