jueves, noviembre 09, 2006

La casa no se reserva el derecho de conmoción


Martín suele decir que en la Edad Media occidental una persona podía llegar a ver quinientas o mil imágenes distintas ¡¡durante toda su vida!! Se refiere a imágenes "no naturales" (es interesante pensar que hoy no entendemos ni imaginamos el efecto y la preponderancia de la escultura en esos tiempos: nos parece ridícula esa obsesión por los monumentos y las estatuas, que apenas sobrevive en la caricatura "municipal" de bustos apenas puestos, olvidados). Nosotros, en cambio, vivimos nadando en una verdadera "iconósfera": más que imaginar, "imagenamos", consumimos imágenes. Por ello no es fácil que una nos conmueva.Y, si lo hace, lo que suele conmovernos es el tópico: el niño abusado, la obscenidad insolente. Pero, hoy, al ver esta foto colgada en http://opilhablogs.blogspot.com/ me conmoví. Quizás porque hay letras y palabras allí (y a mí las palabras no se las lleva el viento) o porque se trata de una estética no inmediatamente "publicitaria". Es, más bien, como si fuera un pensamiento que se quedó, un rato, detrás de su pensador (o pensadora). Un pensamiento que es el eco de un sentimiento conmovido que conocemos todos.

1 comentario:

  1. Agradeço que ma tenhas roubado, e agradeço mais ainda as palavras que lhe acrescentaste...!

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