"Ariadna, tírame una punta que sea", cuantas veces en la vida si habremos pensado un sinónimo de esta frase, en busca de salir de algún laberinto: real o imaginario. Pues aquí Sarita nos presenta a la susodicha Ariadna, el hilito, al papi-rey, a su novio Teseo (¿o Te deseo?) y al malo de la película: Minotauro. Mejor me tapo los ojos porque la pelea que se viene es como la bisabuelita salvaje de los "encierros" de Pamplona...
Por ahí le leí a Deleuze que el Toro es pura vidalidad, en cambio Teseo es rígido y tiene la carga de una tarea. El tema pareciera más bien un ménage-a -trois. Lo que rara vez se menciona del mito es que finalmente Teseo se aprovecha de Ariadna y la deja abandonada en una isla... ¡Se va con otra, el muy canalla!
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