
Nótese que alto que es el tótem con las flechas de destino (no del destino de ese que se "lee", que sino estaríamos tratando con un tótem-tarot, sino del destino más prosaico del "para allá voy").
Los loros salvajes que viven en la palmera de la casa de Oreiro-Mollo se están quejando mucho del ofri
maravilloso!
ResponderBorrarmuy bueno
ResponderBorrarestás en la antártida... o simplemente se te dio por el fetichismo polar?
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